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dissabte, 26 de novembre del 2016

SALAMANCA: La plaza mayor


Hablar de la plaza mayor de Salamanca es hablar del símbolo de la ciudad. 

La plaza mayor de Salamanca es el corazón de la ciudad, es su esencia, siempre subjetivamente hablando. Y no es el monumento más antiguo, pero para mí tiene un encanto especial. Es parecida a la plaza de Madrid, con quien tiempo atrás competiría en grandeza y belleza, pero pienso que no hay que comparar, cada una tiene su toque particular.


Todo el mundo tiene, de las ciudades donde va, un rincón preferido. De Salamanca, "mi rincón" es esta plaza tan grande y acogedora que recordaba perfectamente de otra visita anterior. ¿Como olvidarla?


Dicen que es la plaza del pueblo y es que Felipe V la autorizó pero no quiso financiarla y el promotor acudió a los habitantes de la ciudad y las arcas municipales para cubrir gastos. Y todo pasó en el siglo XVIII, fue construida con estilo barroco por maestros en este arte, Alberto Churriguera a la cabeza, que se caracterizaba por mucha decoración y detalle. Al morir Churriguera lo sucederia Andrés García de Quiñones, que siguió con el estilo iniciado.



Así tenemos una plaza churrigueresca de cuatro fachadas muy grandes, con tres pisos cada una y cada fachada no mide lo mismo. No es una plaza cuadrada perfecta. Hay 477 balcones y ventanas, pero atención, algunas son falsas, no se pueden abrir porque fueron creadas para no romper la armonía del conjunto.


En medio de la fachada orientada al norte está el ayuntamiento. Punto central testigo de muchos eventos y actos, incluso de partidas de ajedrez, espectáculos taurinos y de ejecuciones de bandoleros del siglo XIX. Todos los más importantes acontecimientos históricos pasaban y pasan por esta plaza. ¡Cuántas cosas podría contar si hablara! sobre la época de la república o la dictadura y también de la democracia… siempre engalanada para cada ocasión. La plaza ha sido un punto de concentración de multitudes y celebraciones. Hoy en día, es punto de encuentro usual entre la gente que queda en la plaza y como punto en concreto debajo del reloj.


Fueron muchos años los que se tardó en construirla, el proceso se inició entre 1724  y en 1729 empezaron las obras. Todo concluyó en 1755, teniendo en cuenta que hubo  un tiempo de obra interrumpida por problemas con el vecindario afectado por las obras. La parte de arriba del ayuntamiento "la espadaña" no se colocó hasta cien años después. Coronan "la espadaña" cuatro bustos que representan la agricultura, el comercio, la industria y la astronomía y hay quien dice que son las virtudes cardinales, justicia, prudencia, fortaleza y templanza, bases del buen gobierno. También hay, arriba, cuatro campanas. La bandera, "la mariseca" está en alto.

Para la construcción, se utilizó la piedra de Villamayor, piedra dorada de fácil trabajo que también fue empleada en muchos edificios de la ciudad y que le dan ese color característico que a mí me gusta tanto. En la plaza hay 88 arcos de medio punto, es decir semi circulares. Con unos medallones que representan personajes famosos de la historia de la ciudad. Felipe V está tres veces, una por autorizar la construcción y dos más por los dos reinados. Hay medallones que representan personajes con controversia, algunos no muy queridos, hay uno que en todo momento es atacado, pintándolo o echándole huevos y otro que está borrado a golpe de pico. También hay algún personaje del que se duda su existencia. Hay un representado con el símbolo de la leyenda que lo rodea. Y hay unos cuantos mutilados por los soldados de Napoleón en la guerra de la independencia.


Si, la plaza está llena de curiosidades. Se puede leer un cartel donde dice el punto exacto donde una mujer se mató en 1838 y por debajo del suelo que pisamos hay túneles de servicio, pero actualmente están tapiados.

Dicen que en la década de 1950 era lugar de paseo de los jóvenes, bajo los "soportales", dando vueltas, los hombres, iban en un sentido y las mujeres en otro contrario así en momentos determinados se encontraban. ¡Y qué tiempos de represión! ¡Qué censura recriminadora!


La plaza no siempre ha sido como la vemos actualmente, durante una época estuvo ajardinada y hubo un tiempo donde había un templete y una fuente. Hasta los años de la década de 1970 estaba abierta al tránsito. Hoy en día es punto de concentración de todo viajero y turista y locales también. En 1935 fue declarada monumento nacional por ser la plaza "más decorada, proporcionada y armónica de toda las de su época". Y la fama continúa.


Hace unos años vi una  película en la que salía la plaza, "En el punto de mira", se llamaba. Mientras veía la película estaba convencida de que lo era. Pero curiosamente ninguna escena se rodó en Salamanca. Se hizo una reproducción exacta de la plaza en México, ¡Como es el cine! ¡Como nos engaña!

Con todo... hay que ir y verla de día y de noche, y es bonita verla con sol y con lluvia porque cambia el color y cambia el sentimiento que despierta. Se debe respirar y vivir el ambiente de los tunos como cantan y bailan y que recuerdan la actividad estudiantil que en la ciudad hay.


Los estudiantes caracterizan Salamanca y le dan un aire diferente a cualquier otra donde no hay tanta juventud transitando. Y es que los jóvenes son espíritus libres que hacen y deshacen, algunas normas se las saltan o se las acomodan, como la de celebrar festividades cuando no toca. Y así la plaza mayor de Salamanca es escenario de la noche vieja pero dos semanas antes de la oficial, así los estudiantes la celebran con los compañeros y después ya la celebran con amigos o en ambiente familiar y en su ciudad o pueblo natal, donde siempre vuelven por navidad.


CUADERNO DE VIAJE, primavera 2016 SALAMANCA y alrededores

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