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dissabte, 17 de setembre del 2016

SALAMANCA, paseo por la ciudad (I parte)


Salamanca es ancha, espaciosa, armoniosa... el paseo por la ciudad es siempre agradable.

¡Ya tenía ganas de volver a Salamanca! ¡Hacia tanto tiempo desde la primera vez! Ahora he venido, por fin,  y estoy acompañada de una inmejorable cicerone que después de un tiempo pisando estas calles ya se conoce cada rincón y me va explicando todo aquello que a ella hace unos años le explicaron.


Estampa típica de Salamanca.

Iniciamos el paseo por el puente romano, así entramos como se hacía antiguamente cuando este puente era la puerta de entrada oficial.




El puente romano.
El puente está sobre el rió Tormes afluente del Duero, cruza la ciudad vivo, juguetón... creando imágenes espejo que me sorprenden y me gustan.



El rio Tormes


Un “verraco", un toro, que sale en un episodio del Lazarillo de Tormes, nos da la bienvenida,  está al final del puente, o al principio, según se mire.

El verraco.

También está esperándonos a la orilla del río, el personaje de libro de Lazarillo y su amo ciego, conocidos los dos, sobre todo por lectores de la buena literatura castellana. Y es que Salamanca es cultura por los cuatro costados, no solamente por ser sede de universidades y estar llena de estudiantes, sino que la literatura castellana es parte importante donde la ciudad se ve representada.


Lazarillo de Tormes

Más adelante  también hay una cruz, conocida como la de “los ajusticiados”, no hace falta explicar mucho la razón del nombre, lo imaginamos. También se dice que esta cruz es el punto inicial donde todos los que entraban a la ciudad se arrodillaban y daban las gracias por haber llegado al destino final.


Cruz de los  ajusticiados.

Nos adrentamos por la calle Tenencio, que era vía principal en la antigüedad. También tiene su historia. Cuentan que en una ocasión un toro enorme se escapó del mercado y Juan de Sahagun, patrón de la ciudad, se encontró con él y frente a la amenaza de embestida le gritó: “Detente necio” y el toro, milagrosamente se detuvo. Desde entonces  lo que era la calle Santa Catalina se la conoce por la calle Tentenecio, como una deformación de la orden que le dio el santo.


Calle Tentenecio por donde accedemos al casco històric.
Muy cerca está la casa modernista Lis que llama la atención ya por el exterior. Es una verdadera joya que visitamos por dentro para maravillarnos de las vidrieras y del color, de la luz  caledoscópica que deja el sol traspasando el cristal de las ventanas. También disfrutamos de las exposiciones y del museo Art Nouveau y Art Deco. Todo vale la pena verlo.

La casa es un pequeño palacio situado en la antigua muralla de la ciudad propiedad de un prospero fabricante de curtidos, según dicen trabajador infatigable y como se aprecia por la casa construida, de gustos modernos. Después de Lis pasó a otros dueños y al final acabó abandonada. En el año 1981 el ayuntamiento de Salamanca inició el expediente de expropiación y así se consiguió salvarla de la ruina.



Casa Lis.
Y seguimos nuestro paseo entre edificios de nueva creación, pero que no desentonan en ningún momento con el entorno, y  monumentos relevantes como las catedrales. 

La catedral

Y entre tanta arquitectura armoniosa llegamos al huerto de Calixto y Melibea, personajes de la Celestina creados por Fernando de Rojas. De nuevo tenemos una muestra de literatura. Cuenta la historia que el noble Calixto se enamoró de Melibea pero ella lo rechazó. Así que Calixto desesperado acudió a la Celestina, una vieja prostituta para que hiciera de intermediaria. Celestina acudió a su vez al diablo para que hechizara a Melibea y que se enamorara de Calixto. El final, no lo cuento...leedlo.

En el jardín está la Celestina como guardiana del huerto, que según dicen podría haber sido escenario de la obra de teatro. Allí está, esperando a los numerosos enamorados que buscaran los rincones más discretos que en el jardín hay. Las parejas tienen donde escoger, hay 2500 metros cuadrados.


Huerto de Calixto y Melibea.
A continuación vamos a  la Cueva de Salamanca, situada donde estaba la cripta de san Cebrián que actualmente ya no existe. Es una cueva con leyenda y trascendencia, es dónde impartía clase el diablo. Cervantes escribió sobre la cueva y en Hispanoamérica se denominan salamancas los lugares donde las brujas y demonios hacen sus aquelarres.

Cueva de Salamanca.
Y subimos a su torre.


Subimos por la escalera y tenemos unas bonitas vistas.

Pero esto solo es el inicio… Durante el paseo por Salamanca, no dejamos de ir a la Plaza Mayor, que para quien no la conozca, le avanzo que es una maravilla arquitectónica que se merece capítulo aparte, y  también continuamos visitando la catedral  y otros monumentos importantes como la universidad, la casa de la Conchas...o el convento de san Esteban... en  unos entramos, en otros nos conformamos con la fachada y nos quedamos en la puerta.

Poco a poco os iré mostrando esta acogedora ciudad tal como a mi me la han mostrado.

CUADERNO DE VIAJE, primavera 2016, SALAMANCA Y ALREDEDORES

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